Ese pequeño punto azul pálido.

viernes, 4 de mayo de 2012

¿QUIÉN DIJO MIEDO?



¿QUIÉN DIJO MIEDO?
El origen del miedo parece ser que tiene carácter de adaptación evolutiva. Nuestros antecesores que reaccionaban rápido ante un peligro, sobrevivieron y se reprodujeron más. El miedo a las alturas, a las serpientes, común a todos los mamíferos,  debe haber surgido cuando aparecieron en la línea evolutiva.
Todos hemos sentido miedo alguna vez. Nadie es inmune a él .Ni las mentes más entrenadas pueden escapar  a la reacción inconsciente e instintiva del cerebro, básica para asegurar la supervivencia y que precede a cualquier tipo de comportamiento consciente y aprendido.

¿Qué mecanismo  desata el miedo y dónde se ubica en nuestro organismo? Vayamos por partes:
Se puede decir que tenemos “tres cerebros” superpuestos uno encima del otro  y conectados entre sí por infinidad de conexiones que ,del más antiguo al más moderno, son los siguientes

1.- El cerebro reptiliano:  El primero en aparecer que compartimos con reptiles y animales acuáticos. Controla las funciones básicas corporales como el ritmo cardíaco y la respiración. Está formado por dos partes llamadas Tallo Cerebral y cerebelo.

2.- Sistema Límbico: El segundo .Formado por el hipotálamo, el hipocampo y la amígdala. Responsable de nuestra vida emocional  y tiene mucho que ver con la formación de las memorias.

3.- El Neocórtex: El más evolucionada, en él residen las funciones  más complejas como el razonamiento lógico y las emociones conscientes. Consta de la capa neuronal que recubre los lóbulos prefrontal y frontal de los mamíferos, principalmente de primates y del hombre sobretodo. Tiene un papel primordial en funciones como la percepción sensorial, la generación de órdenes motrices,  el razonamiento espacial , el pensamiento consciente y, en humanos, el lenguaje.

Pues volvamos al miedo. Es una de las cinco emociones básicas del ser humano que compartimos con gran parte de los animales (miedo , afecto, trIsteza, enojo y alegría). El mecanismo que desencadena el miedo está embebido en la Amígdala , una de las estructuras más antiguas del cerebro, presente en aves, reptiles y mamíferos. La amígdala nunca duerme, está atenta a cualquier señal de peligro para dar la alarma. Según el neurocientífico Joseph LeDoux, lo hace siguiendo dos rutas neuronales distintas. Cuando nuestros sentidos perciben un estímulo peligroso, envían la información al Tálamo que, atajando, la remite sin procesar a la Amígdala. Esto nos da una imagen borrosa de la situación –no sabemos todavía si lo que vemos es una araña o una pelusa enorme y negra- , pero suficiente para que nuestra querida Amígdala envíe órdenes inmediatas de entrar en acción, en una respuesta automática e inconsciente. Después el tronco cerebral congelará todo movimiento del cuerpo. No movernos evita atraer la atención de los depredadores y que nos acerquemos al peligro. Los músculos faciales adoptan una expresión de miedo que alerta a los que nos rodean. Si el peligro es real deberemos atacar o escapar.

A continuación, inmediatamente, se envía la señal al hipotálamo de que libere hormonas para incrementar el nivel de glucosa (la fuente fundamental de energía de nuestras células) disponible en los músculos, aumenten el ritmo cardíaco, la presión sanguínea y la sudoración. Es decir, antes incluso de que seamos conscientes del peligro, la Amígdala nos ha preparado para responder eficazmente.
A la vez, la información sensorial inicial ha tenido tiempo de viajar desde el Tálamo al córtex visual, y de enviar una imagen más nítidas y completa de lo que sucede .Esta señal llega con una fracción de segundo de demora. Si el peligro es real, la amígdala reforzará la respuesta de luchar o escapar;  pero si es falso , detendrá todo el proceso y nuestro cuerpo volverá al estado normal.
Fascinante ¿no?

CARMEN FABRE
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4 comentarios:

  1. Me encantan los diseños de tus blogs. Elegantes sin miedo :-) Intensos con color. Como un diseño de buena arquitectura habitable. Da gusto entrar en ellos :-)

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  2. Hola Carmen, siempre paso por tu blog solo que no dejo comentarios, voy a tener que cambiar mis visitas aunque sea con un hola!. Muy esclarecedor tu forma de explicar ése sentimiento llamado miedo.

    Un abrazo.

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  3. Gracias Emilio, a mí me dan energía..besos¡¡

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  4. Roberto, siempre eres bienvenido, comentes o no.. me encanta compartir con vosotros lo que pienso y siento.

    Un abrazo

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