Ese pequeño punto azul pálido.

miércoles, 26 de octubre de 2011

SOY LO QUE RECUERDO...



Es frecuente que  escuchemos frases como: “Eres lo que comes” y otras parecidas, pero no soy lo que como, no soy mi madre, no soy los libros que he leído, ni las películas que he visto, ni los viajes que he realizado, etc. Soy lo que recuerdo.

Soy biológicamente un mamífero superior, y la evolución diseñó para mí un cerebro que me permite almacenar vivencias y, en consecuencia, aprender de ellas. Me es útil para evitar situaciones peligrosas y lograr una adaptación idónea al entorno en que me desenvuelvo. Me ha dotado de una memoria que me permite sobrevivir.

Pero a la evolución le importa un bledo que arrastre traumas infantiles, que me hayan roto el corazón, o que eche de menos a mi madre muerta., esos son situaciones con las que debo lidiar yo sola, tampoco le importa que todo eso determine mi personalidad, en parte. No se lo tengo en cuenta ya sé que no es algo personal de la Evolución conmigo, es que… es así.

Nuestra mente tiene sus propios mecanismos de defensa para protegernos frente al dolor que, a veces, producen desastrosos resultados, son inconscientes y de autodefensa, por ejemplo: amnesia post-traumática, lagunas inexplicables, desaparición o modificación selectiva de recuerdos...

Quizás pensemos que, de hacerlo nosotros, lo haríamos mucho mejor, es decir evitaríamos el deterioro de la memoria y acabaríamos con el Alzheimer  .Pero ¿y  si fuéramos más allá? ¿Y si los avances científicos nos permitieran gestionar nuestra memoria como los archivos de un ordenador?

La película Strange Day nos muestra un dispositivo ilegal llamado AQUID que permite grabar los recuerdos para reproducirlos después y vivirlos con la misma intensidad, es decir permite una evasión adictiva a experiencias placenteras del pasado , como por ejemplo una experiencia sentimental gratificante; el problema se plantea cuando una persona decide revivir los recuerdo de otra, como por ejemplo experimentar lo que se siente al matar o violar a alguien sin sufrir las consecuencias legales y sin haberlo hecho tú ,con lo cual el sentimiento de culpa( si lo tienes, si eres empático) desaparece.

Hay otra película, en la que se pueden eliminar los recuerdos “a la carta” (deshacernos  del recuerdo de una ruptura sentimental traumática, de una experiencia desagradable...Pero... (siempre hay un pero) la evolución nos proporcionó la memoria para hacernos más sabios. Si un pequeño ratón( pobre)olvidara  al instante la descarga  eléctrica que le ha proporcionado determinada acción ¿Cuántas veces la repetiría?

En la película “ Olvídate de mí”existe la posibilidad en un futuro no demasiado lejano gracias a una empresa , de eliminar recuerdos, personas de la memoria  y la persona borrada es notificada, ¿cómo nos sentiríamos al saber que alguien nos ha eliminado (delete) de sus recuerdos?

Quizás dentro de un tiempo no muy alejado, oigamos una voz como la del antivirus , que nos diga:¿Está usted seguro de que quiere borrar la carpeta de memoria de “tales recuerdos” y todo su contenido?

Ocupamos mucho tiempo imaginando, programando nuestro futuro, que no es real, cuando lo que realmente condiciona nuestro presente es el pasado, nuestros recuerdos, nuestro yo más intenso, en  una experiencia totalmente subjetiva pero muy real para nosotros.

En bastantes ocasiones me he hecho la siguiente pregunta:¿De qué está hecha la memoria? A veces pienso que de un material espeso, viscoso, denso y muy indiscriminado, sin selección previa alguna.

Un océano de imágenes que evocan recuerdos y al nadar en él desaparecen como burbujas que explotan o se reafirman con una nitidez sin medida; en ocasiones nos parece haber perdido, meses, años, décadas de nuestra vida, pero de pronto: un olor, una comida, un vestido, una canción, un objeto… ponen delante todo el universo de las constelaciones que componen un fragmento de nuestra vida y reconstruimos nuestra historia.

La intervención de los órganos de los sentidos en le memoria ya sería cuestión de otro post, pero por ejemplo, nuestro cerebro se ha especializado en leer rostros, caras. Con un scaner podemos visualizar lo que ocurre en el interior del cerebro al ver una cara; en 160 milésimas de segundo ya identifica los rasgos y, en menos de medio segundo lo reconoce, si ya lo ha visto antes. Hay grupos de neuronas especializados: unos en el color, otros en la forma, otros en el movimiento de las facciones, otros en recuerdos asociados que comparan lo que hemos visto con lo que tenemos delante. La capacidad de recordar un rostro querido, de un amigo, de un primer amor, aunque los cambios debidos al tiempo concurran tozudos …esto amigos, es impagable. Así que…

…..SOY LO QUE RECUERDO, AFORTUNADAMENTE….

CARMEN FABRE

( fuentes: revista REDES, Carmen Pacheco . Investigación y Ciencia)




CARMEN FABRE 

5 comentarios:

  1. Querida Carmen: este post es verdaderamente de Tesis Doctoral. Y me invita a participar, con tu permiso, esta vez (lo siento…. Pero poco) para crear polémica.

    Dices: “Soy biológicamente un mamífero superior” y yo pienso “esto es una idea autorreferencial". Porque en realidad no sabemos qué experiencia tienen otros animales de su propia viviencia, de su control sobre el medio en el que viven. ¿Somos superiores?. ¿En qué?

    Yo pienso que la especie humana es la peor adaptada de cuantas especies animales existen. Depende, para su supervivencia, exclusivamente de la tecnología. La tecnología que los humanos han creado depende, para su funcionamiento, de la energía. Y el humano es la especie que peor gestiona la energía de cuantas existen. O, lo que es lo mismo: la especie humana está acabando con la fuente de su propia supervivencia.

    ¿Es esa una señal de inteligencia superior?

    Pero dices también que la Evolución te/nos ha dotado de la memoria para sobrevivir. Esa memoria que, en efecto nos serviría para evitar repetición de situaciones peligrosas, desgradables o para ser más eficientes en actos de cara al futuro, se vuelve en los humanos tercamente ineficaz. La historia así nos lo demuestra en lo que se refiere a la interrelación de los individuos de la especie. Por lo demás, creo que en poco se diferencia de otras memorias de especies animales que son mucho más capaces de prever situaciones y evitarlas, de aprovechar el clima para ciertas actividades, de conservar recuerdos de sitios y situaciones que pueden ser muy útiles para resolver conflictos.

    Creo que algunos de los sentimientos que alberga la especie humana, son más fruto de zonas culturales determinadas que de una actitud biológica común. Me refiero en este caso al dolor por las muertes de seres cercanos. Y que, en virtud de ello, hemos extrapolado ese tipo de sentimiento a algunos animales “domésticos” (perros que se dejan morir cuando muere su amo) con argumentos que, para mí, son más que dudosos.

    Como sabes, el almacenamiento de la memoria responde a una estructura piramidal proteica. Por eso la “activación” de la memoria es una especie de mecanismo en cascada: ante determinados factores desencadenantes se puede reproducir un recuerdo a través de un mecanismo de activación de proteínas en nuestro cerebro que conducirá, en el mejor de los casos, a evocar imágenes claras y, en los más, a llevarnos a recuerdos borrosos con sensaciones (sistema Límbico) agradables o desagradables.

    No sé, te soy sincero, qué ocurre molecularmente en las amnesias postraumáticas, pero es posible que los mecanismos de la inflamación perturben las vías de activación neuronal o, incluso, destruyan ciertas acumulaciones proteicas depositarias de fracciones de memoria.

    Lo ejemplos de películas que dejas aquí son muy ilustrativos. No he visto ninguna de ellas, pero prometo verlas con fervor religioso, porque el tema me encanta.

    En definitiva creo, querida Carmen, que el ser humano se ha autodesignado “rey de la creación” y mira todo desde su punto de vista antropomórfico con enorme desprecio a los demás seres que le acompañan en el planeta, a los cuales destruye sin pudor. Esa memoria de la que hablas no está sirviendo de nada a la especie que continúa con un único objetivo de acaparar esferas de poder, de alcanzar la eterna juventud y dominar no se sabe qué, mientras sus individuos mueren a millones cada día por un hecho tan básico como es la falta de alimento.

    El humano no siente ni el más mínimo respeto por el planeta que habita y eso denota muy escasa inteligencia, porque de él depende para su supervivencia.

    Acabaré con una frase de Kapuscinsky que podéis leer en el Blog de Rosa:

    "... Y empeñados en proteger los bosques
    olvidamos

    que mientras quede siquiera un árbol
    sobre la superficie de la tierra,

    la gente morirá asesinada con palos de madera"

    Gracias por esta magnífica entrada. Un beso

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  2. En esencia estamos de acuerdo. La clasificación del hombre dentro de los mamíferos superiores es una pura cuestión pedagógica, de orden; efectivamente el concepto de "superioridad" es exclusivamente desde el punto de vista biológico; dentro de la clasificación de los Mamíferos el hombre pertenece ,junto con muchos otros, a la subclase Placentarios, en contraposición a otros como el ornitorrinco o los canguros que no poseen placenta, e incluso se reproducen por huevos. Es decir la superioridad es una cuestión de clasificación, de taxonomía, nada más.

    En cuanto a lo que comentas de la memoria, creo que la memoria humana es mucho más compleja que la de las especies próximas a nosotros; en ellas prácticamente es el instinto, el acervo genético es el que se pone en marcha (digo prácticamente porque también hay procesos de aprendizaje sorprendentes..).Esa complejidad nos lleva a decidir entre opciones, a equivocarnos o acertar y además bastantes veces. La capacidad de tomar decisiones es exclusivamente humana y, aunque tenemos recuerdos que nos avisan de lo que puede ocurrir muchas veces… no hacemos caso.

    Claro que somos fruto de localizaciones culturales, aquí tendríamos que hablar de nuestros queridos Memes y de la no menos fascinante Epigenética.. me encantan los dos temas..

    Muchísimas gracias, Manuel es un auténtico placer establecer este diálogo virtual contigo, además de enriquecedor al máximo.

    Un abrazo.

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  3. Querida Carmen: me encanta tu página y tu cerebro bien amueblado.

    Contaré aqui, si me lo permites, una anécdota de un estudio que científicos llevaron a cabo, no se cuando, con unos animales que poblaban un parque japonés. Se trataba de ciertas aves a las que les encantaban las nueces que daban los árboles de aquel parque.

    Pero, claro, la dura cubierta de las nueces hizo que agudizaran su ingenio para poder comerlas. aprendieron primero a tirarlas desde lo alto al suelo, pero el resultado era desigual: muchas nueces no se abrían.

    Luego descubrieron que el asfalto de la avenida que discurría junto al parque, era un abridor de nueces mucho más eficiente. Pero entonces descubrieron también que por ese asfalto que abría satisfactoriamente sus nueces, pasaban unas máquinas infernales que las aplastaban y las hacían incomibles.

    Además, era peligroso. Cuando bajaban a comer los trocitos que aquellos monstruos dejaban, muchos congéneres morían aplastados por ellos.

    Descubrieron después que había ciertas zonas por las que aquellas máquinas, si bien pasaban, a veces se detenían y entonces transitaban unos animales, en sentido transversal a las máquinas, que no hacían mucho caso a sus nueces y tampoco les hacian daño a ellas.

    Aprendieron, finalmente, a tirar sus nueces en los pasos de peatones regulados por semáforos, esperar a que los coches las partieran y BAJABAN A COMENRLAS CUANDO EL SEMÁFORO SE PONÍA VERDE PARA LO PEATONES. Así no había riesgo alguno y el alimento estaba asegurado.

    ¿Crees de verdad que estos es instinto, acervo genético?. No es un proceso complejo de aprendizaje que, además, abarca a toda una comunidad?. ¿Crees que esas aves no tomaron decisiones rigurosamente científicas acereca de la mejor manera de alimentarse sin correr riesgos innecesarios?.

    Este conocido ejemplo de aprendizaje animal en el medio urbano me ha hecho reflexionar muchas veces sobre la estupidez humana.

    Me encanta tu página. Carmen. Seguiré estando por aquí si no te resulto muy pesado.

    Un beso.

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  4. Sí, Manuel, los cuervos, los grajos, son muy inteligentes. Las aves eran de esta especie. Y aún más: son capaces de fabricar herramientas, como el caso de una cuerva nacida en cautividad que fue capaz de doblar un alambre poniendo una pata sobre un extremo y fabricando un gancho con su pico para, con dicho gancho, alcanzar el asa de una pequeña cesta con grano y tirar de ella desde el fondo de un recipiente al que no llegaba. Ejemplos de inteligencia en perros, gatos, y no digamos delfines, hay por doquier. No, los animales tienen memoria, inteligencia, sueños...pero la especie humana tiene más. O eso me lo parece, puesto que su cerebro es más evolucionado. Yo no soy un experto como vosotros y por ello no se exactamente cuales son los mecanismos de funcionamiento exactos de determinados lóbulos. Ni tampoco se exactamente que reacciones químicas se producen junto a las conductas. Lo que si creo es que nuestro alma es cualitativamente superior en capacidad, precisamente por esa cualidad: es capaz de alterir el orden natural de las cosas creando herramientos y elementos llamados artificiales para regar, detener huracanes, controlar seismos, etc. Sin la inteligencia que ha desarrollado el Hombre, como animal, probablemente habría desaparecido ya del planeta. Por lo demás, me encanta asistir a debates de este tipo. Sois dos fenómenos. Carmen más optimista respecto al ser humano y tú, ya lo se, absolutamente pesimista. Y no digo que, en algunas cosas, no tengas tu razón. Pero prefiero ver las partes que, pese a todo, han sido logros de la evolución. Sobre todo contra una Naturaleza terrible, dura y despiadada.

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  5. Ah, supongo que si continúais esto lo llevaréis al muro de NW. O al grupo ese que me fascina, Divulgación científica. Sí, ya se que lo seguís allí. Que hay interacción entre este blog y el grupo.

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