¿QUIÉN DIJO MIEDO?
El origen del miedo parece ser
que tiene carácter de adaptación evolutiva. Nuestros antecesores que
reaccionaban rápido ante un peligro, sobrevivieron y se reprodujeron más. El miedo
a las alturas, a las serpientes, común a todos los mamíferos, debe haber surgido cuando aparecieron en la
línea evolutiva.
Todos hemos sentido miedo alguna
vez. Nadie es inmune a él .Ni las mentes más entrenadas pueden escapar a la reacción inconsciente e instintiva del
cerebro, básica para asegurar la supervivencia y que precede a cualquier tipo
de comportamiento consciente y aprendido.
¿Qué mecanismo desata el miedo y dónde se ubica en nuestro
organismo? Vayamos por partes:
Se puede decir que tenemos “tres
cerebros” superpuestos uno encima del otro y conectados entre sí por infinidad de conexiones
que ,del más antiguo al más moderno, son los siguientes
1.- El cerebro reptiliano: El
primero en aparecer que compartimos con reptiles y animales acuáticos. Controla
las funciones básicas corporales como el ritmo cardíaco y la respiración. Está formado
por dos partes llamadas Tallo Cerebral y cerebelo.
2.- Sistema Límbico: El segundo .Formado por el hipotálamo, el hipocampo
y la amígdala. Responsable de nuestra vida emocional y tiene mucho que ver con la formación de las
memorias.
3.- El Neocórtex: El más evolucionada, en él residen las funciones más complejas como el razonamiento lógico y
las emociones conscientes. Consta de la capa neuronal que recubre los lóbulos
prefrontal y frontal de los mamíferos, principalmente de primates y del hombre
sobretodo. Tiene un papel primordial en funciones como la percepción sensorial,
la generación de órdenes motrices, el
razonamiento espacial , el pensamiento consciente y, en humanos, el lenguaje.
Pues volvamos al miedo. Es una de
las cinco emociones básicas del ser humano que compartimos con gran parte de
los animales (miedo , afecto, trIsteza, enojo y alegría). El mecanismo que desencadena
el miedo está embebido en la Amígdala , una de las estructuras más antiguas del
cerebro, presente en aves, reptiles y mamíferos. La amígdala nunca duerme, está
atenta a cualquier señal de peligro para dar la alarma. Según el
neurocientífico Joseph LeDoux, lo hace siguiendo dos rutas neuronales
distintas. Cuando nuestros sentidos perciben un estímulo peligroso, envían la
información al Tálamo que, atajando, la remite sin procesar a la Amígdala. Esto
nos da una imagen borrosa de la situación –no sabemos todavía si lo que vemos
es una araña o una pelusa enorme y negra- , pero suficiente para que nuestra
querida Amígdala envíe órdenes inmediatas de entrar en acción, en una respuesta
automática e inconsciente. Después el tronco cerebral congelará todo movimiento
del cuerpo. No movernos evita atraer la atención de los depredadores y que nos
acerquemos al peligro. Los músculos faciales adoptan una expresión de miedo que
alerta a los que nos rodean. Si el peligro es real deberemos atacar o escapar.
A continuación, inmediatamente,
se envía la señal al hipotálamo de que libere hormonas para incrementar el
nivel de glucosa (la fuente fundamental de energía de nuestras células)
disponible en los músculos, aumenten el ritmo cardíaco, la presión sanguínea y
la sudoración. Es decir, antes incluso de que seamos conscientes del peligro,
la Amígdala nos ha preparado para responder eficazmente.
A la vez, la información
sensorial inicial ha tenido tiempo de viajar desde el Tálamo al córtex visual,
y de enviar una imagen más nítidas y completa de lo que sucede .Esta señal
llega con una fracción de segundo de demora. Si el peligro es real, la amígdala
reforzará la respuesta de luchar o escapar; pero si es falso , detendrá todo el proceso y
nuestro cuerpo volverá al estado normal.
Fascinante ¿no?
CARMEN FABRE
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Me encantan los diseños de tus blogs. Elegantes sin miedo :-) Intensos con color. Como un diseño de buena arquitectura habitable. Da gusto entrar en ellos :-)
ResponderEliminarHola Carmen, siempre paso por tu blog solo que no dejo comentarios, voy a tener que cambiar mis visitas aunque sea con un hola!. Muy esclarecedor tu forma de explicar ése sentimiento llamado miedo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias Emilio, a mí me dan energía..besos¡¡
ResponderEliminarRoberto, siempre eres bienvenido, comentes o no.. me encanta compartir con vosotros lo que pienso y siento.
ResponderEliminarUn abrazo